Comprobar la identidad del paciente, según el procedimiento de aplicación en el Servicio Gallego de Salud.
Respetar la intimidad del enfermo y guardar confidencialidad de sus datos.
Informar al paciente y/o al cuidador principal del procedimiento a realizar y solicitar su colaboración, a ser posible, recalcando su utilidad, usando un lenguaje comprensible y resolviendo sus dudas y temores. En el caso de pacientes pediátricos explicar el procedimiento a los padres.
Solicitar su consentimiento de forma verbal, siempre que sea posible.
Identificar a los profesionales sanitarios que van a intervenir en el procedimiento.
Siguiendo los cinco principios correctos de la administración de la medicación verificar: fármaco, dosis, vía, hora y paciente correcto. Asegurarse de que no existe contraindicación o alergia al fármaco. Seguimiento y monitorización de posible reacción alérgica medicamentosa (RAM) o efectos adversos (EA).
Preparar la medicación para su administración de forma individualizada, la persona que la prepare será la encargada de administrarla, exceptuando los casos de elaboración o mezcla por parte del servicio de farmacia.
Realizar lavado higiénico de manos o uso de solución hidroalcohólica.
Poner guantes.
Antes del inicio del procedimiento, ofrecer la posibilidad de ir al baño.
Colocar el paciente en la posición de Sims (decúbito lateral izquierdo con la pierna derecha flexionada por encima de la izquierda), siempre que sea posible 
Anexo 1.JPG Cubrir con una sábana de manera que solo queden expuestas las nalgas para proteger su intimidad.
En caso de administración de un enema, colocar un empapador para proteger la cama y, en caso de ser necesario, una cuña.
Separar las nalgas del paciente con la mano no dominante exponiendo el ano.
Pedir al paciente que realice inspiraciones lentas y profundas para relajar el esfínter anal.
Introducir el supositorio con el dedo índice o cánula lubricada en el recto suavemente y dirigirlo en dirección al ombligo; en el caso de administrar supositorios superar el esfínter anal interno (unos 7 cms en el adulto y unos 5 cm nos niños).
Retirar el dedo índice. Mantener apretadas las nalgas del paciente hasta que ceda el tenesmo rectal (dos o tres minutos).
Indicar al paciente que retenga la medicación; si no aguanta el espasmo, o en pacientes pediátricos, apretaremos las nalgas. Para favorecer la retención del enema, colocar al paciente en decúbito lateral izquierdo; para expulsarlo cambiaremos al decúbito lateral derecho.
Pedir al paciente que permanezca acostado en decúbito lateral o supino durante unos diez o quince minutos para que se absorba el medicamento. Estas posturas favorecen la retención del supositorio.
Una vez finalizado limpiar la zona rectal y permitir que el enfermo descanse en una posición cómoda.
Recoger el material usado y desecharlo en el contenedor adecuado.
Retirar los guantes y higienizar las manos.