Observaciones

• No aplique ningún medicamento en los oídos si la etiqueta no indica específicamente para uso  ótico.
• Es importante no dirigir las gotas hacia membrana del  tímpano, sea cual sea el proceso de base, porque pueden producir dolor.
• Antes de aplicar las gotas  óticas, es imprescindible conocer el estado de la membrana  timpánica, ya que si está perforada la medicación pasaría al oído medio y se podrían producir complicaciones.
• El fármaco ha de tener una temperatura similar al cuerpo para evitar que una  instilación fría provoque vértigo en el paciente. Si es necesario,  entibie el fármaco a la temperatura corporal, para lo cual puede introducir el frasco en agua tibia o guardarlo en el bolsillo durante 30 minutos antes del procedimiento. Hace falta destacar que una  instilación fría puede producir en el paciente vértigo,  náuseas y dolor.
• Una vez administrado el tratamiento, no se han de poner gasas ni algodón en el conducto  auditivo para evitar que los apósitos absorban por capilaridad parte de la medicación, lo que supondría una disminución de la eficacia. 
• Anticiparse y tomar medidas para prevenir los movimientos rápidos e inesperados del paciente durante la administración del fármaco.
• Vigilar e informar al paciente de la necesidad de comunicar cualquier signo relacionado con las posibles complicaciones.
• Si es la primera vez que se administra un medicamento, esté alerta; en especial, en los casos de hipersensibilidad conocida a otros fármacos.
• Desechar la primera gota o porción de pomada, antes de instilar el tratamiento. 
• Si en algún momento se toca el oído o el pabellón auricular con el  aplicador del medicamento, hay que considerarlo contaminado y desecharlo.
• Con respeto a los preparados  óticos, es conveniente señalar que se deben desechar cuándo pase un mes de la apertura del envase. En caso de fórmulas magistrales, su duración la determina el Servicio de Farmacia.